Aprovechamos el recorrido desde la frontera con Francia, y
sus túneles encadenados, hasta Siena para visitar dos de los lugares que
teníamos marcados como imprescindibles: Lucca y Siena.
Lucca, la ciudad de las 100 iglesias.
Apodada la Ciudad de las 100 iglesias, fue una ciudad-estado conservó su independencia hasta el 1847.
Nos sorprende la asimétrica fachada de la Catedral de San
Martín calleamos por sus encantadoras calles medievales hasta llegar a la
preciosa plaza del Anfiteatro, que te sorprende a entrar por algunas de sus
puertas. De forma elíptica, está trazada sobre el plano del anfiteatro romano
del siglo II d.C. Llena de vida, bares, colores, música. Un lugar encantador
para pasear y perderte por sus calles.
Pisa, de milagrosa belleza
Las típicas fotos turísticas haciendo bromas con la torre
inclinada le han hecho un flaco favor a esta preciosa ciudad, que genera
ciertos reparos. Sin embargo, como ya la había visitado en el pasado, insisto
en que vale la pena hacer esta parada en el camino. No nos arrepentimos.
Pisa como República Marítima que, durante mucho tiempo, fue
la dueña indiscutible del Mediterráneo.
Y es que cuando entras en la Piazza dei Miracoli, nombre
define perfectamente el lugar, te quedas maravillada de la concentración de
tanta belleza. La amplia esplanada con su cuidado y brillante verde del césped
donde contrasta el blanco de la piedra de los monumentos. Además de la famosa
torre, es una preciosidad la catedral y el Baptisterio, que es el más grande
del mundo, y el Cementerio Municipal.
Llegamos a Siena por la tarde y nos instalamos.
Siena y su maravillosa catedral
Aunque en las afueras el cámping está a poca distancia del centro de Siena. En la recepción nos informan de los horarios de autobuses, pero nosotros insistimos en ir andando. Luego entenderemos por qué. La distancia en sí no es mucha, pero sí el desnivel y la necesidad de ir haciendo zig-zag hasta llegar al centro.
Es primera hora de la mañana y la ciudad está casi desierta
y podemos admirar tranquilamente el centro
histórico de Siena, que ha permanecido intacto durante siglos y se muestra
hoy casi tal y como era en el siglo XIV.
Compramos una entrada combinada para visitar la catedral y
los monumentos adyacentes por apenas 10 euros. Y es una de las mayores
sorpresas del viaje.
La catedral de Siena es preciosa por dentro y por fuera, una
de las más bonitas que hemos visto. Te impresiona al entrar pero luego cuando
descubres todos sus detalles y tesoros en columnas, techos, las esculturas de
Donatello, Miguel Angel, Bernini, la Biblioteca Piccolomini. Además
estamos de suerte porque podemos admirar los impresionantes mosaicos del suelo
que sólo se descubren en los meses de junio y julio. También visitamos el museo
de la catedral y subimos a la Puerta del cielo, que iba a ser la nueva catedral
que nunca se construyó desde la que hay una vistas preciosas.
Siena, vivió su mejor época durante los años de las guerras
con la vecina Florencia, cuando competían por ver cuál era la ciudad más bella.
De esa competición, nos beneficiamos todos. El declive de la República de Siena
comenzó con la epidemia de peste
Siena tiene una vida de barrio muy auténtica, donde la
población se siente antes de sus 17 barrios que de su ciudad. La plaza
principal es la famosa Plaza del Campo, en forma de concha, rodeada de
elegantes palacios del siglo XIV y donde se celebra la famosa competición de
caballos del Palio di Siena.
Comemos pasta sin gluten en un restaurante del centro y
regresamos por el camino desnivelado al cámping para descansar un poco
Toscana norte, paradas en Volterra y San Gimignano
Después de descansar de un día sin conducir, volvemos a
coger la furgoneta para recorrer la zona norte de la Toscana. En mitad
del precioso paisaje toscano, Volterra se erige en
lo alto de una colina. Aunque no es una población muy grande, entre sus
murallas conserva casi 3.000 años de historia. Su origen se
remonta a los etruscos, y tiene también restos romanos como un
magnífico teatro. Además, ha mantenido el trazado medieval de sus calles y el
legado renacentista.
Entre viñedos, campos de trigo y pueblos antiguos, aparece San Gimignano en el horizonte con sus torres esbeltas como el Manhattan de la Toscana. Ciertamente turístico, pero es que nadie quiere perderse esta joya. Las plazas, las callejuelas, las fuentes y las 14 torres que se conservan son un paseo precioso. Nos tomamos un helado en la famosa heladería que gana cada año el primer premio de Italia.
Florencia
Madrugón para ir de Siena a Florencia en autobús saliendo desde el cámping. De Florencia, es imposible no volver a emocionarse ante la belleza de su catedral y asombrarse de la riqueza ecléctica de la Plaza de la Signoria con tanto arte desperdigado. Nos decepciona la catedral por dentro, después de hacer una larga cola al sol y visitamos aceleradamente los Uffici, confundidos con el horario de cierre. Paseo final con bocadillo de callos incluido.
Recorrido por el sur de la Toscana
Día reposado visitando pueblos de la Toscana, al sur de
Siena. Empezamos por Montepulciano, nos detenemos en Pienza, patrimonio de la
Humanidad, una ciudad creada por el Papa Pio II siguiendo el humanismo
renacentista con preciosas vistas de la Toscana. Avanzamos hacia San Quirico
d’Orcia y acabamos en Montepulcino.
Datos prácticos
Cámping en Siena. Cámping Siena Colleverde Muy recomendable. Limpio, tranquilo, con piscina, muy amables, precios económicos en el bar y cafetería.
Gastos
5 noches en Bungalow. 330
Entradas a los Uffici: 40 euros por persona
Autobús Siena -Florencia (ida y vuelta): 18 euros por persona
Entradas a la catedral de Siena (con entradas al museo y la Puerta del Cielo): 10 euros.
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