dimarts, 29 de desembre del 2020

39 libros que me han acompañado este extraño 2020

 

Mucha novela corta, novelas situadas en el periodo de entreguerras en Europa Central, alguna obra de no ficción, algunas de puro entretenimiento, algunos libros de relatos, este extraño 2020 he leído bastante y la lectura ha sido uno de mis grandes refugios, una forma de huir de esa realidad amenazante, pero me gustaría haber leído mucho más. 

Este año también he descubierto dos programas de radio que me han acompañado, Ciutat  Maragda i una Habitació Pròpia (ja desparegut) y que se han convertido en mis compañeros de running en forma de postcast que escucho cuando voy a correr. Después llego con miles de anotaciones y a engrosar la lista de lecturas pendientes. También este año he visto muchas series, una de ellas Babylon Berlin me abrió el interés por libros situados en el periodo de entreguerras en la Europa Central, un hilo del que he ido tirando.

En medio de estas lecturas he leído ensayos para el máster de literatura y he ido leyendo poesía en algunos momentos puntuales. Pero la poesía no la leo toda de un tirón como si fuera una novela sino poemas sueltos de vez en cuando.

1.       Leer Lolita en Teherán. Azar Nafisi.

Por recomendación de la compañera de Groenlandia Ana de Madrid. Un libro delicioso sobre la literatura y la situación de la mujer en Irán.

 Ensayo sobre la lucidez. José Saramarago.

Lúcida novela sobre la política, la manipulación, la absurdidad del sistema. Leyendo sobre el estado de excepción, el toque de queda y el confinamiento en la ficción tres semanas antes de vivirlo en la realidad.

 

3.      Listas, guapas y limpias. Anna Pacheco.

Interesante por explicar una historia y una realidad que me es cercana y que no se acostumbra a leer.

 

4.      Días sin ti. Elvira Sastre.

He tenido que hacer un esfuerzo para poder acabarlo. No me interesaba la historia, recrea escenas que ya he visto en películas y el lenguaje es cursi y sensibilón.

5.      Qué vas a hacer con el resto de tu vida. Laura Ferrero.

Entretenido y tiene algunos pasajes muy líricos pero prescindible.

6.      Tenía que ser aquí. Maggie O’Farrell.

Engancha en algunos momentos, promete mucho al principio pero luego se va desinflando. En todo caso, una lectura aditiva pero ya casi la he olvidado.

7.      Cuando aparecen los hombres. Marian Izaguirre.

Pasatiempo sin más.

8.      Gente Normal. Sally Rooney

Lectura aditiva, de las que no puedes irte a dormir para seguir leyendo.

9.      La madre de Frankenstein. Almudena Grandes

Como siempre en este proyecto de Almundena Grandes de escribir novelas sobre historias olvidadas de la guerra y la postguerra española, la historia de partida es fascinante. También la oportunidad de conocer el sistema de salud mental en la postguerra española, pero después se pierde el hilo con la historia del médico y la auxiliar. Posiblemente la novela que menos me ha atrapado de este proyecto.

10.   El mundo de Sofía. Jostein Gaardner.

Lectura empezada hace mil años y nunca acabada, le di el impulso final aprovechando que estudio filosofía por si podía ayudarme a un poco de contexto. Me saltaba todas las partes narrativas para concentrarme en la teoría y tomar notas simples.

11.   Los crímenes de Mitford. Jessica Fellowes

 Novela de misterio en la Inglaterra de principios de siglo XX. Para pasar el rato.

12.   Las hijas del capitán. María Dueñas.

Otro pasatiempo entretenido. Me resultó interesante por conocer la historia de los inmigrantes españoles en el Nueva York de los años 30. Además coincidió que estaba viendo La Conjura contra América en HBO que es de la misma época y lugar pero sobre la comunidad judía.

 

13.   Autodifesa di Caino. Andrea Camilleri.

Para no perder práctica del italiano. Ocurrente. Divertida. Una forma de darle la vuelta a la historia. Caín como el héroe antianimalista que mata a su hermano porque maltrataba a los animales.

 

14.   Un corazón demasiado grande. Eider Rodríguez.

Cuentos inquietantes sobre las pequeñas mezquindades de la vida cotidiana. Muy bien escrito.

 

15.   Lectura fácil. Cristina Morales.

De fácil nada. Empieza con mucha potencia pero me ha costado acabarlo. Es valioso por la experimentación sobre los puntos de vista e irreverente en el lenguaje. Pero a mi se me hacía pesado.

 

16.   Momentos estelares de la humanidad. Stefan Zweig.

Una delicia como siempre, para ir leyendo a ratos. Breves capítulos de instantes importantes en la Historia.

 

17.   La joven de la leica. Helena Janeczek.

Historia novelada de la figura de Gerda Taro a partir de cuatro puntos de vista. Me costaba seguir la lectura por la forma cómo está escrito pero me resultó muy interesante el ejercicio de reconstrucción de su vida y también por el momento que refleja. La Alemania de entreguerras, la París preguerra, la Guerra Civil.

 

18.   Conversaciones entre amigos. Sally Rooney

Repito con Rooney y vuelvo a engancharme a la lectura. Me pasa con algunas autoras que la forma de escribir me resulta aditiva, aunque el argumento no tenga mucho interés (Marta Rojals también o Eva Baltasar). Apenas recuerdo de qué iba pero lo leí casi de una sentada.

 

19.   Un verano sin hombres. Siri Husdvet

Delicado, delicioso, sobre la amistad entre mujeres, la literatura, la depresión, los problemas mentales. El libro que  más me ha gustado de Husdvet hasta el momento. Lo leí después de escuchar el programa Una Habitació Pròpia de Irene Rodrigo.

 

20.   El libro del día del juicio final. Connie Willis.

Siguiendo también el consejo de Eva Patricia Gil a través de Twitter. Un entretenimiento, pero muy inquietante por la situación actual. Una pandemia en forma de virus sacude el mundo a mitad del siglo XXI con viaje en el tiempo incluido a la Europa de la peste negra.

 

21.   El chal. Cyntia Ozyck

Novela breve que leí siguiendo los consejos de Ciutat Maragda. También muy angustiante sobre una madre judía, su sobrina y su hija recién nacida en un campo de concentración nazi.

 

22.   La campana de vidre. Sylvia Plath

Ha sido casualidad y no era le mejor momento pero he acabado leyendo libros bastante angustiosos este años, que era lo que menos  necesitaba. Lírico, delicado en su forma pero asfixiante en su contenido. El periplo por los problemas de salud mental e intentos de suicidio de su joven protagonista. Lo leí después de escuchar el programa Una habitación pròpia de Irene Rodrigo.

 

23.   Una letra femenina azul pálido. Franz Werfel.

También recomendación de Ciutat Maragda. Novela breve muy bonita sobre una historia de amor de juventud y el reencuentro en la madurez en la Austria de entreguerras. Habla sobre la mezquindad y la vileza del alma humana. De como nos traicionamos a nosotros mismos y a los demás por encajar, por seguir un estilo de vida, por ser aceptados.

 

24.   El ruiseñor. Kristin Hannah

De nuevo, una novela de entretenimiento pero que te engancha. La historia de dos hermanas, muy diferentes, en la Francia ocupada de la II Guerra Mundial. Y como cada una a su manera lucha contra la situación. Interesante conocer la historia de cómo pasar soldados aliados a través de la frontera con Euskadi. Recomendación de mi amiga Aitana.

 

25.   Permagel. Eva Baltasar

Una lectura adictiva, una vez más. Me interesa la protagonista, su relato personal, sus vivencias, otra vez los intentos de suicidio y los problemas de salud mental, pero también la forma irreverente como está escrito, el sentido del humor corrosivo. Libro prestado por Anna Oliet.

 

26.   El corazón de las tinieblas. Joseph Conrad.

Clásico pendiente para leer en verano. Es una novela bastante breve pero muy intensa y densa. Otra lectura para inquietarte el alma, pero un referente para entender la literatura y el cine. Angustioso camino por el río adentrándote en la selva y el alma humana. Lo leí después del programa especial de Una habitación propia con Irene Rodrigo.

 

27.   El reino de las mujeres. Anton Chejov

Una novela breve más que apunté en el especial sobre novela corta de Ciutat Maragda. Excepcionalmente bien escrito pero la historia no me deja mucho poso. Una joven de origen humilde que hereda una fortuna y que duda si seguir soltera. Casarse es lo que se espera de ella pero no se ve al lado de un hombre. Su sensación de desclasada no la ayuda en la decisión. Elegir un hombre rico que se sentirá superior a ella o a un hombre humilde que no encajará en su mundo. Todo sucede en una jornada completa del día de Navidad.

28.   Reencuentro y Un alma valerosa. Fred Uhlman.

También del especial de novela corta de Ciutat Maragda. Son dos novelas cortas en una, explicada desde dos puntos de vista y desde dos momentos históricos diferentes. La historia de una amistad entre dos chicos, uno judío y otro hijo de alemanes nazis, en la Alemania de entreguerras. La versión desde el punto de vista del chico judío me pareció deliciosa, la versión desde el punto de vista del chico hijo de nazis me decepcionó. En todo caso, muy recomendable.

 

29.   La tela de araña. Joseph Roth

Ya que el año me estaba llevando por casualidad a la Europa Central del periodo de entreguerras, decidí buscar proactivamente una novela que hablara de esta época y en diversos programas de radio la citaron. Interesante por la época que describe y la historia de un joven arribista sin escrúpulos como se abre paso en los movimientos nazis en Munich, publicada pocos días antes del golpe de Estado de Hitler en 1923. Pero me costaba la lectura y seguir el curso de las idas y venidas del protagonista de un bando a otro.

30.   La trena. Laetitia Colombani.

Es un préstamo de Eva Mimbrero. Una bonita historia trenzando la vida de tres mujeres en tres lugares diferentes del mundo.

31.    El niño perdido. Thomas Wolf

Descubierto gracias al programa Una Habitació Propia de Irene Rodrigo, es una lectura maravillosa. Una novela corta sobre el hermano de Wolf que murió cuando era adolescente y él era un niño, un hermano brillante, inteligente, guapo, con un futuro excelente por delante. La historia está contada desde diferentes puntos de vista. Maravillosa.

 

32.   Boulder. Eva Baltasar

Repito con la autora después de la buena impresión dejada por Permagel pero esta historia me deja bastante indiferente, pese a los ingredientes con los que podría conectar. Me atrapa en las primeras páginas con la vida en el barco pero desconecto con la existencia en Islandia. Préstamo de Anna Oliet

33.   Volver a casa. Yaa Gyasi.

A través de una recomendación de una desconocida en Twitter resultó ser un libro sorprendente sobre una estirpe familiar que se remonta finales del siglo XVIII en un país previsiblemente Senegal y llega hasta nuestros días. Una historia muy dura sobre la esclavitud, el colonialismo, los abusos de poder, el racismo que se desarrolla a los dos lados del Atlántico.

34.   Quan arriba la penombra. Jaume Cabré

Un préstamo de Eva Mimbrero que también fue todo un hallazgo por sus relatos sorprendentes, su ingenio en la prosa, su dominio del lenguaje, los diferente estilos, una experimentación formal en cuentos llenos de humor negro.

 

35.   A corazón abierto. Elvira Lindo

También un préstamo de Eva Mimbrero, una lectura deliciosa que he disfrutado mucho sobre la vida de la escritora centrada en la figura arrolladora de su padre. Una historia íntima pero cargara de sentido del humor y también ternura.

36.   Mr. Dalloway de Virginia Woolf

Posiblemente el mejor libro que he leído en este año. Después de una frustrada incursión hace ya mucho tiempo quiso volver a intentar leer a la escritora británica y esta novela me cautivó. Un estilo deslumbrante con un lirismo y una belleza espectacular. Se trata de una novela que tiene lugar en un día, mientras la protagonista preparar una fiesta. También habla de cómo nos traicionamos a nosotros mismos, de quiénes somos y en quiénes nos hemos convertido. Hay un comentario en otra entrada del blog.

37.   El viaje más largo. Manu Leguineche.

Una lectura que me ha durado desde que empezó el confinamiento hecha a fuego lento, leyendo cada capítulo con calma a la luz del sol en el balcón, acompañando esta aventura del periodista cuando en su juventud se aventuró con tres amigos a recorrer el mundo en un coche destartalado. Recorremos durante dos años a principios de los 60 el norte de África, Oriente Medio, cruzamos Afganistán e Irán, nos perdemos en la India, llegamos con la guerra del Vietnam. Un recorrido por la geografía y la historia reciente.

38.   La noche fenomenal. Javier Pérez Andújar.

Después de quedar deslumbrada por Los príncipes valientes me ha quedado muy distante esta fabula desmadrada de ciencia ficción que parece un capítulo de Cuarto Milenio. Me ha costado mucho seguir el hilo y llegar al final.

 

39.   Las olas. Virginia Woolf

Sigo con mi incursión en Woolf. Ha sido un lectura más ardua y difícil que Mrs. Dalloway, tal vez era la traducción que costaba. Es un libro preciosamente escrito, lírico, que explica la historia de un grupo de 6 amigos desde su infancia hasta la vejez a través de sus hilos de pensamiento entremezclado. Una lectura un tanto hermética y dificultosa pero que ha valido la pena. Hay un comentario en otra entrada del blog sobre el libro.


diumenge, 6 de desembre del 2020

Las olas de Virgina Woolf

 

Siguiendo con mi incursión en la obra de Virgina Woolf me he sumergido en Las Olas.

No es una novela fácil de leer, es ardua, densa, de frases largas  y cargadas de imágenes, metáforas, de sentido, de profundidad. Le lectura no da nunca tregua. Es un torrente de pensamientos.

Eso sí, vuele a ser una obra innovadora en el estilo, en la forma, en la presentación y está escrita con el lirismo exquisito. Es como una danza, un baile, el rumor de olas, un batir de alas, un balanceo. Sin embargo, paradójicamente a su lenguaje poético lo que explica es tan prosaico como el gris del tedio del transcurrir de la vida. Concretamente, la vida de un grupo de 6 amigos (3 chicos y 3 chicas).

El libro lo constituye un monólogo de pensamientos de cada uno de ellos desde su más tierna infancia hasta la vejez, entremezclados, a menudo sin identificar en el texto quién habla pero que acabas reconociendo. Las decepciones, las frustraciones, las renuncias de la vida cotidiana las envidias, los complejos, los miedos, a medida que crecemos, aquello en lo que nos convertimos.  Es una preocupación que también vemos plasmada en Mrs. Dalloway de Woolf donde los personajes se preguntan si han traicionado sus sueños, si se han convertido en aquellas personas que juraron no ser.  En consecuencia, en toda la novela se percibe una rebeldía, un inconformismo, una rabia contenida contra las convenciones, la rutina, la vida cíclica, la estabilidad, las costumbres, lo que ahora se denomina la zona de confort.

Estos son algunos de los fragmentos que más me han llamado la atención y que reflejan todo lo comentado:

“¡qué extraño es abrirse paso entre la multitud cuando se ve la vida con los ojos encendidos por las lágrimas que pugnar por asomar a ellos”

“he perdido mi juventud. Es extraño cómo en cada crisis moral, alguna frase hecha, alguna frase absolutamente fuera de lugar, acude en nuestra ayuda: tal es la desdicha de vivir en medio de una civilización demasiado viaja y de poseer una libreta de notas”

“¡Cómo me habéis encadenado a una silla!!

“Con cuánta rapidez corre ahora la vida desde enero a diciembre! Somos arrastrados por el torrente de las cosas, que se han tornado tan familiares que ya no proyectan sombras”

“Soy prisionero del lugar que ocupo dentro del puzle”

“Yo amo lo que se puede tocar, lo que se puede morder. Amo la lluvia cuando se transforma en nieve y se convierte en algo palpable”

“Se percibe un ruido semejante al de vagones alineados a un lado del garaje. Tal es el feliz encadenamiento de los acontecimientos de nuestra vida. Toc, toc, toc, toc. Es preciso, es preciso, es preciso. Es preciso partir, es preciso dormir, es preciso despertar, es preciso levantarse. Palabras sabias, palabras piadosas que pretendemos detestar, pero que nos llevamos al corazón oprimiéndolas y sin las cuales ya no seríamos más ¡cómo adoramos ese ruido semejante al de vagones que se engarzan unos a otros sobre los rieles!

“¡Cuán cansado estoy de historias, cuán cansado de las frases que se posan elegantemente sobre el suelo y se ponen a caminar con un pie seguro!

“comienzo a soñar con un lenguaje ingenuo como el que emplean los amantes, hecho de palabras cortadas, desarticuladas, semejantes al ruido de pasos que se arrastran sobre el pavimento”

“Y luego aquella rigidez áspera como la piel de una foca, que son las flechas negras del dolor cuando no hay cartas, cuando ella no viene. Las sospechas asoman entonces sus cabezas por entre sus caparazones, horror de los horrores”

“Y sin embargo, la vida es agradable, es tolerable. El martes sucede al lunes; luego viene el miércoles. El espíritu crece y se multiplica. El sentimiento del Yo se fortifica; también el dolor es absorbido en este continuo crecimiento. Abriéndose y cerrándose, cerrándose y abriéndose, con un incesante murmullo, el apresuramiento y la fiebre de la juventud encuentran su empleo hasta que todo ser parece maniobrar con la perfección de un mecanismo de rejo ¡ con qué rapidez nos transporta la corriente de enero a diciembre! ¡somos arrastrados por un torrente de las cosas y estas cosas se han tornado tan familiares que ya no percibimos su sombra”

“cuando uno mismo comienza sus cartas con las palabras “muy señor mío” y las concluye con la expresión de sus sentimientos más distinguidos. Uno no puede despreciar esas frases que atraviesan nuestras vidas tumultuosas con la rectitud de un camino romano, puesto que ellas nos obligan a marchar al paso, como gentes bien educadas cuya circulación es regulada por el gesto lento y medido de los policías del tránsito, aun cuando uno pueda estar entretanto susurrando por lo bajo”

“Cada día arroja sobre la playa la misma ola de bienestar, repetir la misma curva de ritmo avanza un poco más lejos sobre la playa o muere sobre la arena  un poco más atrás”

“Hay gente que busca un refugio junto a los sacerdotes: otros, en la poesía; en cuanto a mí, me refugio junto a mis amigos, junto a mi propio corazón; yo parto a la búsqueda de alguna cosa intacta”

“¡Es extraño cómo los muertos se arrojan sobre nosotros en las esquinas de las calles o en los sueños!”

“Durante un instante, vimos, extendido entre nosotros, el cadáver del ser humano completo que no habíamos logrado ser, pero al cuán no podíamos olvidar”

“Hemos renunciado al sitio que nos pertenecía y yacemos sobre tierra, aplastados, marchitos, y bien pronto olvidados”

“Ya no sentía apetito de engullir cosas”