dissabte, 2 de gener del 2016

Comida y religión, platos con sabor a tradición

¿Las personas cristianas comen productos que están prohibidos para las judías? ¿Prepararías la misma cena si tuvieras invitados hindúes que si los tuvieras musulmanes? Las creencias religiosas de cada cultura marcan las pautas alimentarias, las maneras de cocinar, el calendario festivo, las recetas e incluso los productos que comemos o dónde los compramos.

Artículo publicado en 2010 en Feminas.com


Es posible que a simple vista te parezca que no puede haber nada más opuesto a la espiritualidad de la fe religiosa que los terrenales placeres del paladar. Sin embargo, cocina y religión a menudo caminan de la mano, en incluso se apoyan la una en la otra. Y precisamente en un momento con tanta diversidad cultural puede resultarte fascinante acercarte a los aromas y sabores de tus vecinos e incluso incorporar algunos de sus platos y hábitos a tu dieta.

Cristianismo
El cristianismo es de las pocas religiones que permite comer de todo, incluso la sangre (presente en alimentos como la morcilla), prohibida en casi todas las otras, aunque censura la gula y restringe el consumo de carne durante la Cuaresma. Algunos platos relacionados con la religión cristiana son las torrijas de Semana Santa, los canelones en San Esteban, el pavo de Acción de Gracias, el pudding inglés de Navidad, el panettone italiano, el roscón de Reyes y la mona de Pascua.

Islamismo
El Corán establece unas leyes culinarias respecto a alimentos, hábitos y rituales. Así, por ejemplo, los musulmanes no acostumbran a comer carne de cerdo ni bebidas alcohólicas, así como animales depredadores, de compañía o alimentos que contengan alguna sustancia que no sea digerible por el cuerpo como gelatinas, enzimas, emulgentes, conservantes y colorantes. Algunos alimentos sagrados para el Islam son los dátiles y el cordero.

La forma como son sacrificados los animales para el consumo también es muy importante: su muerte no debe ser violenta, a diferencia de lo que ocurre en algunas tradiciones cristianas como la matanza del cerdo.

El Ramadán es la fiesta religiosa más importante del mundo islámico que consiste, entre otros aspectos, en el ayuno mientras haya luz del día. Existen además algunos rituales obligados a la hora de comer como lavarse las manos justo antes para purificar cuerpo y espíritu.

Judaísmo
Es una de las religiones que más importancia da a la alimentación como camino a la espiritualidad. De hecho, el judaísmo contempla unas leyes (Kashrut) muy estrictas  enunciadas en los textos sagrados para mantener limpios (kosher) los alimentos, que se dividen entre puros e impuros.

ØImpuros serían por ejemplo el cerdo, el caballo, el camello, el conejo, la liebre y las aves carroñeras. En general, aquellos animales que se alimentan de carne o desperdicios.
ØPuros se consideran el cordero, la vaca, la cabra y las aves de corral.
ØEn cuanto a los pescados, solamente son puros aquellos que tienen aletas y escamas, dejando fuera de esta clasificación al rape, el lenguado y el marisco.

Al igual que ocurre en la religión islámica, el judaísmo trata los alimentos de una manera determinada: existe un proceso exacto para sacrificar a los animales con un cuchillo especial, se han de desangrar completamente y hay que lavar la carne con abundante agua antes de cocinarla. Además, carne y leche nunca deben cocerse juntas, y se sirven en diferentes vajillas. 

Hinduismo
Existen también muchas reglas que marcan los hábitos alimentarios de los hindúes. Por ejemplo, consideran que existen tres tipos de alimentos:
Ø  Los puros (sattvic), que aumentan la longevidad, fuerza y salud, y serían aquellos jugosos y aceitosos.
Ø  Los calientes (rajasic), que producen dolor e infelicidad, y que corresponderían a los amargos, ácidos, calientes y picantes.
Ø  Los que producen intoxicación (tamasic), que tienen mal olor y son indigestos.

Las comidas también son puras e impuras, y hay alimentos prohibidos y permitidos. Pero en este caso, depende de la casta, sexo o edad de la persona que las come o las toca. Por ejemplo, los brahams no pueden comer cebollas, ajos, puerros y setas. Y como seguramente sabes, las vacas son sagradas y no se pueden matar.

Un plato único con ingredientes de diferentes religiones
Afortunadamente, pese a que esta diversidad culinaria permite que podamos disfrutar de una gran riqueza gastronómica, sigue siendo mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia. Débora Chomski, miembro del Observatorio de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, asegura que la mayoría de las religiones incluyen en sus dietas frutas, verduras, legumbres y cereales.

Para saber más

Chomski, Débora. La cocina sagrada. Barcelona: Alba Editorial, 2009.

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