dimecres, 14 de desembre del 2011

Un vistazo a Buda y otro a Pest

La capital de Hungría está dividida en dos por el Danubio. A un lado queda Buda y al otro Pest. Una frontera natural que separa dos mundos. Por un lado, una diferencia física, puesto que separa la llanura (Pest) de las colinas (Buda). Pero también, dos ambientes, dos espíritus. Buda es la parte más antigua, y a su vez es sosegada, invita al paseo, la reflexión, la contemplación. Con sus escaleras, caminos escondidos, rincones románticos. Pest es la parte más nueva, moderna, comercial, con grandes avenidas, luces y animación.
El barrio de Buda

En el barrio de Buda se puede visitar la colina del Castillo y la Ciudadela que permiten unas espectaculares vista de la ciudad: el Danubio cruzado por el Puente de las Cadenas puentes y admirar la orilla de Pest donde domina el edificio del Parlamento.
Para visitar la fortaleza del castillo, y evitar el esfuerzo de subir la colina, se puede tomar el metro y bajar en la parada de Moszkva tér. Desde allí una calle nos lleva a la puerta principal de la fortaleza (la Bécsikapu o puerta de Viena) que nos permite el acceso al barrio. Esta zona ha sido declarado monumento histórico. Es un entramado de 4 calles paralelas con palacetes barrocos y edificios antiguos pintados de vivos colores. Todas las calles llevan a la Iglesia de San Matías que domina la ciudad. Se trata del edificio religioso más importante de la ciudad. Su estilo y el conjunto neoromántico del Bastión de los Pescadores dan a la zona un aspecto de cuento de caballerías. Es bonito pero resulta chocante y a veces dudas de si estás en un castillo de un parque Disney. Des del Bastión de los Pescadores se pueden conseguir algunas de las fotos más bonitas y espectaculares del viaje, tanto por las posibilidades románticas que permite la misma estructura como por las vistas que ofrece.
Un poco más adelante siguiendo por las callejuelas se llega al Palacio Real (Várpalota), un edificio de tanta envergadura y dimensión que es inevitable que forme parte de la imagen de al ciudad. Desde 1246 y hasta prácticamente la I Guerra Mundial el Palacio fue modificado, ampliado, transformado. Y en la II Guerra Mundial destruido, con lo que nos encontramos frente a la una reconstrucción.
Bajando por la colina hay un delicioso paseo por jardines y parques y siguiendo la orilla del Danubio se llega hasta el puente Elisabet, en honor de la reina Elisabet (más conocida como Sisí). Desde allí se puede subir a la Ciudadela y al parque del Jubileo por varias escaleras y senderos.

El barrio de Pest
La Vörösmarty tér es el corazón de Budapest, una encantadora plaza donde en diciembre se instala el famoso mercadillo navideño. De allí sale también la Váci utca, la típica calle comercial peatonal que podemos encontrar en todas las grandes ciudades con las mismas tiendas de cadenas de ropa. También cerca de la plaza nace la avenida Andrassy, Patrimonio de la Unesco, con sus palacetes y edificios majestuosos de la burguesía de finales del siglo XIX. Esta avenida de casi 3 km lleva hasta la plaza de los Héroes, un monumento semicircular que conmemora el milenario del nacimiento de Hungría. Detrás de la plaza se abre el Városliget, el bosque de la ciudad, un precioso parque con su lago, sus senderos, y una vez más en medio de los árboles se recorta un castillo que parece salido de una película de Disney. Es el Vajdahunyad var. Aunque resulta encantador, es un edificio curioso, mezcla de diferentes estilos. De hecho, une 21 copias de partes de diferentes edificios que resumen la historia de la arquitectura húngara (románica, gótica, renacentista, barroca).
Budapest, ciudad termal
Y para acabar la jornada, al otro lado del camino se erige el edificio del Széchenyi Gyógy-és Strandfürdö. Se trata de los mayores baños termales del país. En Budapest hay más de 100 manantiales termales. Y en Hungría un total de 300. Concretamente éste se empezó a construir a finales del siglo XIX en un estilo neobarroco bastante pomposo, pero que impresiona. Columnas, estatuas, mosaicos. Se construyó en esta zona porque existe una fuente sulfurosa de alta temperatura (74 ºC). Hay dos piscinas exteriores, donde es toda una experiencia bañarse a 38ºC cuando la temperatura ambiente roza los 0 grados, o incluso nieva. Dentro, hay piscinas medicinales y termales de temperaturas entre 34 y 38ºC. Además también ofrecen servicios de masajes, hidromasaje, fisioterapia, kinesioterapia, gimnasia acuática, pedicura. A pesar de ser turístico, está muy frecuentado por húngaros corrientes, mayoritariamente abuelos y abuelas que van cada día a darse sus baños termales e incluso a jugar al ajedrez en la piscina. Y también a pesar de ser turístico, las indicaciones para precios y servicios están sólo en húngaro, así como la señalización interior del edificio dando lugar a momentos de incertidumbre o equívocos.

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