dijous, 15 d’octubre del 2009

Las buenas intenciones


Siempre me acuerdo de la película Minority Report protagonizada por Tom Cruise donde una especie de policía y sistema judicial del futuro detiene a los delincuentes antes de cometer el crimen gracias a un sofisticado método de predicción del futuro. El film plantea el dilema moral de si se puede castigar a alguien por algo que aún no ha hecho, por muy seguros que estemos que así lo va a realizar. Desgraciadamente, estas situaciones no se adscriben sólo al terreno de la ciencia ficción. Siguiendo esta línea de pensamiento/actuación se invadió Iraq por la certeza o sospecha de una guerra que nunca llegó a iniciar.
De la misma manera cabe cuestionarnos si es justo premiar a alguien por las cosas buenas que ha prometido realizar pero que aún no ha materializado. Y perdón por la demagogia, pero si se trata de un político que cuenta con las promesas como herramienta de trabajo. Entonces ¿cómo premiar con el Nobel de la Paz a alguien que dice que hará cosas buenas pero aún no las ha realizado? ¿Qué está consiguiendo en Irán, en Israel, en Corea? Y acaba de pedirle más tropas a España para Afganistán. ¿Y si no cumple sus promesas? ¿Y si dentro de 4 años resulta que todo era humo, que se ha convertido en un presidente pasivo o que no ha sabido o no ha podido materializar todas sus buenas intenciones? ¿Le pedimos que devuelva el Nobel? Y tampoco hemos contemplado la posibilidad, como mortal, de que se muera antes de poner la maquinaria en marcha. De todas formas, des de que le dieron el Nobel de la Paz a Kissinger tampoco es que sea un premio muy prestigioso.

Es inevitable que los premios siempre susciten discrepancias. El Planeta, los Juegos Olímpicos, Operación Triunfo. La elección de un ganador comporta automáticamente un perdedor que no siempre se resigna a su condición, así como sus seguidores. Además, a todos nos gusta opinar y criticar. Desgraciadamente, no puedo opinar ni criticar sobre las categorías científicas de los Premios Nobel. Ya me gustaría saber de medicina, matemáticas y física. Sobre la categoría de Literatura, puedo opinar sobre si me gusta o me disgusta un autor/a pero no cuestiono que el jurado ha valorado los méritos de las obras escritas (y no sólo imaginadas o proyectadas) de los escritores premiados (aunque me pregunto ¿por qué sólo literatura i reformular una nueva categoría que incluya arte, cine, música, artes escénicas..? imagino que porque así lo dispuso el Sr. Nobel). A nadie se le ocurriría premiar a un escritor por un libro que ha dicho que escribirá sin saber si lo hará y si estará a la altura de las expectativas. O a un científico que asegura que se va poner a trabajar para encontrar una vacuna infalible contra una terrible enfermedad. Se valora el trabajo realizado. Se premian los resultados. No las buenas intenciones, si acaso estás se alientan y se refuerzan. Tal vez se trate de eso, de dar aliento a Obama, ¿el Nobel es un fuelle para la hoguera antes de que el fuego se apague?
PD. un minuto después de colgar este texto en el bloc leo esta notícia: La mayoría del Comité Nobel Noruego se oponía en principio a premiar a Obama

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