dissabte, 11 d’octubre del 2025

Véneto. Descubrir Padua y regresar a Venecia. Y un bonus track con Vicenza


Siguiente etapa: Región del Véneto, con campamento base en Padua.

Apanas una hora y media de coche separan Bolonia de Padua, que elegimos porque está apenas a 25 minutos en tren de Venecia y nos parecía la forma más fácil para evitar acceder en coche a una ciudad tan masificada.

Y Padua fue un auténtico descubrimiento, uno de los mayores del viaje, tanto que decidimos quedarnos una noche más.

Es una ciudad universitaria encantadora, con bonitas calles y animadas plazas y un ambiente muy vital y alegre.  La Universidad de Padua de 1222 es una de las más antiguas de Italia, y este hito la convirtió en uno centro de conocimiento y cultura. Es muy agradable pasear por sus calles, visitar el baptisterio de San Giovani al lado de la catedral, y detenerse en sus bellísimas plazas como la Plaza delle Erbe y la Plaza de la Fruta con hermosos edificios como el Palazzo della Regione que se asemeja a un barco, así como la Plaza  dei Signori donde destaca la torre del reloj del siglo XIV.

Sin duda, recomendaría Padua para una visita. Pero además de la proximidad a Venecia, Padua también es un lugar de parada destacable si quieres visitar la capilla degli Scrovegni de Giotto, una de las joyas de la corona del viaje. Se trata de un espacio impresionante, conocida como la Capilla Sixtina, pero de menor dimensión (unos 1.000 m2) pero también más accesible para admirar las pinturas. Giotto pintó esta capilla en apenas 855 días entre 1302 y 1305, son considerados una de las obras maestras del arte occidental, un punto de inflexión en la historia de la pintura. Giotto, con su innovador uso de la luz, el color y la representación de emociones humanas sentó las bases para el arte renacentista. Están representadas escenas de la vida de Cristo, y podemos ver el que se considera el primer beso en la boca de la pintura, en este caso entre los padres de la virgen María, pero también vicios y virtudes y el juicio final. La capilla fue encargada a Giotto por Enrico Scrovegni, que se cuenta que era un  hombre muy rico pero muy déspota que de hecho aparece en el infierno de la Divina Comedia de Dante. Enrico está enterrado en el altar de al capilla.

Las entradas se agotan fácilmente y hay que reservar con antelación, se entra en un número reducido de personas por turnos. La entrada también incluye la visita al museo cívico de al ciudad.

La capilla se encuentra en el centro de la ciudad en un espacio excepcional en la plaza Eremitani entre las ruinas del anfiteatro romano, donde también se encuentra la iglesia degli Eremitani que da nombre a la plaza. Aunque perdió la mayoría de sus frescos en un bombardeo en la II Guerra Mundial, es un lugar de una solemnidad impresionante.

Pero Padua nos deparaba una preciosidad más. Nos acercamos a visitar la Basílica de San Antonio de Padua, que me hacía especialmente ilusión ver puesto que mi familia materna es muy devota de este santo. Se trata de ese tipo de santo familiar que casi forma parte de la familia, al que mi madre, tías, abuelas ponen velas constantemente ya sea en casa (siempre hay figuras y representativas en casa) o en la catedral. Así, que para mí fue emocionante poder ponerle una vela esta vez a San Antonio de Padua de verdad, puesto que es donde está enterrado. Descubrimos que además de mi familia, es un santo muy venerado y que la basílica es un lugar de peregrinaje (existe un camino de Sant Antonio para hacer a pie). Yo desconocía su importancia, pero es una de las iglesias más grandes del mundo visitada por 6.5 millones de personas cada año. Así que efectivamente había muchas personas rezando, haciendo peticiones y realizando ofrendas en la tumba del Santo. Está también la Capilla de las Reliquias de San Antonio que es un lugar, cuanto menos curioso, que a mi siempre me genera un poco de extrañeza.  Además del valor espiritual del lugar, la Basílica es impresionante, tanto por fuera como por dentro. Un imponente edificio de ocho cúpulas sin un estilo preciso, pero con influencia bizantina y el interior es gótico con bellísimas capillas altamente decoradas. Los frescos de la basílica han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.

El camino desde la capilla de Giotto hasta la Basílica de San Antonio es casi en línea recta y si seguimos la calle acabamos en otro sitio sorprendente: el Prato della Valle. Se trata de la plaza más grande de Italia y una de las más grandes de Europa. Una enorme esplanada ajardinada atravesada por un canal que está recorrido con estatuas. La plaza está rodeada de palacios y pórticos. Hay una estupenda heladería portuguesa en una de las calles que van a parar a la plaza. En el Prato della Valle encontramos también la Basílica de Santa Justina de Padua.

Como nos quedamos más días de los previstos, tuvimos tiempo de pasear y volver a recorrer algunos lugares de esta hermosa ciudad.

Elegimos un alojamiento cerca de la estación y está vez acertamos con la distancia, y que tuviera aparcamiento vigilado para poder dejar la furgoneta. Resultó ser un antiguo hospital o residencia hospitalaria transformada en hotel que podías intuir por las dimensiones del ascensor, la recepción con la forma de la zona de enfermería, la sala de espera convertida en office, las puertas batientes  para dar acceso a los pasillos y la distribución de las habitaciones. Era un lugar sencillo, económico y tranquilo, únicamente echamos de menos algunos temas como tener nevera en la habitación o que al menos no se apagara la electricidad al salir de la habitación, desconectando también nuestra nevera portátil. También tienen un servicio de recepción muy limitado, sólo por las tardes. El hotel estaba en un barrio residencial de clase humilde.

 Regreso a Venecia

Tomamos el tren a primera hora y media hora llegamos a la estación de Santa Lucia de Venezia. Y nada más salir de la estación ya te inunda la belleza. Giraría en redondo embelesada, no pararía de hacer fotos, porque cada calle, cada callejón, cada rincón, cada fachada, me parecen un maravilla. Sí, hay mucho turismo (obvio!! No estábamos nosotros también allí, nadie quiere perderse esta ciudad!), es una ciudad laberíntica donde te desorientas con facilidad, todo es caro y turístico pero es un lugar que hay que visitar. Sin ser una de mis ciudades preferidas, sí que creo que posiblemente sea la ciudad más bonita del mundo. Pese a la masificación turística y los envites del tiempo y el clima, esta antigua potencia comercial y marítima se ha mantenido como en su época de esplendor. Es como un viaje en el tiempo.

Ni que decir que tiene que esta vez disfruté la ciudad mucho más que la anterior, cuando hacía frío porque era invierno, llovía y mi compañera de viaje se puso enferma y tuve que explorar sola la ciudad. También es cierto que el calor hizo estragos  y tuvimos un momento de casi desfallecimiento que tuvimos que refugiarnos en la Basílica de la Salute un rato.

En esta ocasión también tuve la oportunidad de visitar la Catedral de San Marcos por dentro, que no lo había hecho la vez anterior. Compramos las entradas allí mismo en la cola de la catedral. Si el exterior es una maravilla, el interior no se queda corto. Me pareció una preciosidad. Eso sí, al revés del disfrute que tuvimos en la catedral de Siena de poder recorrerla a nuestro ritmo y recrearnos, en la catedral de Sant Marcos el recorrido está marcado y no puedes detenerte demasiado en los detalles.

También vivimos algunos momentos curiosos, propios de la explotación privada de la ciudad, como unas personas de seguridad que llamaban la atención a cualquiera que se sentara en el suelo y en un escalón de la plaza de San Marcos. Si querías descansar tenías que hacerlo en una terraza, pagando esos precios abusivos que imaginamos.

Regresamos a media tarde callejeando hasta la estación y en media hora estábamos en el hotel para descansar del intenso día.

Un cambio de planes nos lleva a Vicenza

En nuestros planes nos tocaba emprender la ruta hacia Dolomitas. Sin embargo, la previsión del tiempo anunciaba alerta de tormentas eléctricas.  Después de muchas dudas, consultas, incertidumbres, decidimos quedarnos un días más en el hotel-residencia de Padua para esperar a ver cómo progresaba la previsión del tiempo. Dudamos entre visitar Verona y finalmente, y en previsión también de lluvias en la zona, decidimos ir a Vicenza que está apenas a 17 minutos en tren de Padua.

Una amiga profesora de historia del arte nos había recomendado acercarnos a esta casi desconocida ciudad que ¡oh sorpresa! es patrimonio de la Humanidad (¿Cómo todo en Italia?). Vicenza es conocida especialmente por las obras de Andrea Palladio, el creador de la arquitectura Palladiana, uno de los exponentes más conocidos es la Casa Blanca en Estados Unidos. 

En Vicenza puedes visitar también el teatro romano, máximo exponente del estilo palladiano, obra maestra del Renacimiento y el mayor teatro cubierto del mundo. Pero tengo que confesar que nosotros, optamos ese día por pasear y callejear y no dedicarnos a visitar monumentos. Además era día de mercado en Vicenza, un enorme mercado que iba recorriendo sus plazas y calles y al que fuimos siguiendo en nuestro recorrido. El mercado acababa en la plaza dei Signori, muy bonita y con hermosos edificios que quedaban ensombrecidos con las paradas del mercado.

Fue un día agradable, tranquilo, que también nos sirvió para recuperarnos de la intensidad de visitas de los días anteriores.

Regresamos a Padua a media tarde y aprovechamos para volver a pasear y comernos un helado.  Al anochecer tomamos una decisión sobre nuestra siguiente etapa: Dolomitas.

Gastos

Hotel de Padua. Casa di Accoglienza Lucia Valentini Terrani. 69 euros la noche habitación doble

Entradas a la capilla degli Scrovegni 16€ persona

Entradas a la Catedral de San Marcos. 10€ persona

Tren de Padua a Venecia ida y vuelta: 9.8€ persona

Tren a Vicenza ida y vuelta: 9,8€ persona

Peaje de Bolonia a Padua: 8,7€

 

dimecres, 24 de setembre del 2025

Las deliciosas ciudades de Emilia Romagna: Bolonia, Ferrara, Módena y Rávena

Dejamos la Toscana y salimos de Siena de buena mañana para dirigirnos a una nueva región, Emilia Romagna. En un principio, cuando preparamos el viaje, nuestra intención era atravesar sólo esta zona camino de Venecia, pero cómo pasar cerca de lugares tan relevantes sin detenerte. Al final, se acabó convirtiendo en una etapa destacada del viaje.

Tomamos Bolonia como punto neurálgico para movernos por la región, igual que hicimos con Siena en la Toscana. En este caso, decidimos que vamos a desplazarnos principalmente con tren, así que priorizamos estar cerca de la estación central de Bolonia. Los cámpings de los alrededores no están demasiado bien comunicados, así que optamos por un hotel a las afueras de Bolonia pero que tuviera párquing. Estaba cerca de la autopista, al lado del hospital y en un barrio de gente trabajadora, alejado del turismo y de la zona de estudiantes. Alejado del centro, también. Y es que al final, no calculamos demasiado bien y el objetivo de estar cerca de la estación en la práctica se concretó en un camino andando de 40 minutos. Teniendo en cuenta que el centro de las ciudades que visitamos también estaban a una cierta distancia andando de la estación de tren, puedo asegura que esos días en Emilia Romagna andamos muchos quilómetros.

Emilia Romagna no es tan turística como otras zonas y cuidades de su alrededor. A 2 horas de ciudades como Milán, Florencia, Venecia. Tampoco está tan masificada. Y sin embargo, tiene una riqueza cultura y artística, un patrimonio histórico que es una maravilla, un auténtico viaje en el tiempo que te hace pasear con la boca abierta.

Bolonia, universitaria, roja y gula


Regresé a Bolonia apenas unos meses después de mi anterior visita, donde ya me encantó la ciudad. En aquel caso era noviembre y hacía un frío atroz. Ahora en verano el calor también es insoportable. Posiblemente, la ciudad donde más calor hemos pasado de todo el viaje.

A Bolonia la llaman la docta, porque acoge una de las universidades más antiguas del mundo donde estudiaron ilustres pensadores, científicos, escritores. La antigua sede de la Universidad se puede visitar. Se trata del Palacio del Archiginnasio del siglo XVI donde puedes recoger de forma gratuita los pasillos del claustros profusamente decorados con escudos. Hoy en día sigue siendo una de las ciudades universitarias más grandes del mundo.

Bolonia también es la grossa, porque es la cuna de una riquísima gastronomía. Se puede degustar por ejemplo en el Cuadrilátero, unas  zona de callejuelas llenas de bares. Me sorprendió la primera vez la gente tomando un aperitivo con su Aperol y una tapa de mortadela.

Bolonia también es la rossa por el color rojizo de sus calles medievales porticadas, pero también porque es la ciudad más de izquierdas de Italia. En las parades de la Piazza Maggiore podemos ver las fotos, nombres de los partisanos muertos en el movimiento de resistencia contra los nazis en la II Guerra Mundial, también banderas palestinas en el Ayuntamiento que está en el Palazzo Comunal. En realidad, la Piazza Maggiore es el corazón de la ciudad y una de las plazas más bonitas y fascinantes que he visto. Puedes girar 360 grados y todo son maravillas a tu alrededor. Presidida por la fuente de Neptuno, la Basílica de San Petronio, el Palacio Enzo.

Otro rincón encantador de Bolonia es el conjunto de las 7 iglesias de Santo Stefano y admirar las diversas torres que se conservan, de las más de un centenar que tenía la ciudad.

Para comer, repetí en un restaurante con un precio asequible y una amplísima variedad de pasta y pizza sin gluten. Nicola’s.

Ravena, joya de arte bizantino y paleocristiano

Completamente desconocida para mí, Ravena ha sido uno de los grandes descubrimientos de este viaje. Tampoco sabía que había sido capital del Imperio Romano de Occidente en tres ocasiones, y por eso, conserva un patrimonio romano y bizantino impresionante.

Apenas a una hora y cuarto en trayecto en tren desde Bolonia, llegamos a Ravena. Es una ciudad tranquila, apacible, de calles amplias, luminosas, blancas, con un compacto centro muy bien conservado. Visitamos la tumba de Dante, que murió en esta ciudad donde estaba refugiado en casa de una familia amiga tras su exilio forzoso de Florencia. Pero la joya de la corona de Rávena son sus mosaicos. Los diversos edificios y monumentos paleocristianos de la ciudad y sus mosaicos son patrimonio de la Unesco. Y son una auténtica maravilla.

La precisión, la belleza, los colores, de unos mosaicos del siglo IV.

Con una entrada única de apenas 12 euros tienes acceso a 5 monumentos. El batisterio neoniano (o de los ortodoxos) del siglo IV con mosaicos maravillosos, las joyas del Museo Arzobispal, el Mausoleo de Gala Placidia construido por el emperador Honorio en honor de su hermana, la impresionante Basílica de San Vitale, obra maestra del arte paleocristiano y bizantino. Y finalmente, la basílica de Sant’Apollinare il Nuovo.

Eso sí, no hay mucha oferta de restauración, y menos sin gluten. Dimos algunas vueltas bajo el sol buscando un sitio donde comer y al final encontramos un fantástico sitio donde hacían Brunch con opción sin gluten.

Módena y Ferrara, preciosidades medievales y renacentistas


Al día siguiente tomamos el tren a primera hora de la mañana y en 40 minutos nos plantamos en Ferrara, aunque había que andar un trecho hasta el centro.

Según una leyenda, Ferrara era una doncella troyana que escapó de la ruina de su patria y decidió fundar una nueva ciudad. El señorío de Ferrara vivió 3 siglos de riqueza y fortuna bajo el dominio de la familia del Este, que aún conserva su enorme e imponente castillo. Es una viaje en el tiempo pasear por sus callejuelas y plazas medievales con palacios renacentistas. La catedral debe ser preciosa pero estaba en obras.

Regresamos a Bolonia y comimos en un fast-food de la misma estación de tren para coger un convoy hacía nuestro siguiente destino: Módena. El año anterior, una huelga imprevista de tren truncó mis planes de visitar Módena, así que se había convertido en un reto conseguir visitar la ciudad. Y menos mal que lo volví a intentar. Con la boca abierta te quedas al llegar a la Plaza Grande y encontrarte con la Catedral y la Torre Ghirlandina, todo ello Patrimonio de la Humanidad.

Gastos

Hotel Maggiore Bolonia. 4 noches 2 personas. 260 euros

Entradas monumentos Rávena. 12 euros por persona

Tren a Rávena. 8 euros por persona/trayecto

Tren a Ferrara. 5 euros por persona /trayecto

Tren a Módena. 4,3 por persona / trayecto



diumenge, 14 de setembre del 2025

5 días en la Toscana

Tomando como centro base un cámping a las afueras de Siena, recorremos la Toscana durante 5 días.

Aprovechamos el recorrido desde la frontera con Francia, y sus túneles encadenados, hasta Siena para visitar dos de los lugares que teníamos marcados como imprescindibles: Lucca y Siena.


Lucca, la ciudad de las 100 iglesias.

Apodada la Ciudad de las 100 iglesias, fue una ciudad-estado conservó su independencia hasta el 1847.

Nos sorprende la asimétrica fachada de la Catedral de San Martín calleamos por sus encantadoras calles medievales hasta llegar a la preciosa plaza del Anfiteatro, que te sorprende a entrar por algunas de sus puertas. De forma elíptica, está trazada sobre el plano del anfiteatro romano del siglo II d.C. Llena de vida, bares, colores, música. Un lugar encantador para pasear y perderte por sus calles.

Pisa, de milagrosa belleza

Las típicas fotos turísticas haciendo bromas con la torre inclinada le han hecho un flaco favor a esta preciosa ciudad, que genera
ciertos reparos. Sin embargo, como ya la había visitado en el pasado, insisto en que vale la pena hacer esta parada en el camino. No nos arrepentimos.

Apenas 20 minutos de coche separan Lucca de Pisa. Intentamos en vano encontrar un aparcamiento gratuito que nos ofrezca cierta seguridad, porque todo lo que encontramos tiene restos de cristales en el suelo. Con la furgoneta cargada  y el incidente reciente que nos reventaron la ventana, preferimos no arriesgar y dejamos la furgoneta en un aparcamiento de pago vigilado a 5 minutos de la catedral y con un precio asequible (pagamos 2,5 euros por una hora).

Pisa como República Marítima que, durante mucho tiempo, fue la dueña indiscutible del Mediterráneo.

Y es que cuando entras en la Piazza dei Miracoli, nombre define perfectamente el lugar, te quedas maravillada de la concentración de tanta belleza. La amplia esplanada con su cuidado y brillante verde del césped donde contrasta el blanco de la piedra de los monumentos. Además de la famosa torre, es una preciosidad la catedral y el Baptisterio, que es el más grande del mundo, y el Cementerio Municipal.

Llegamos a Siena por la tarde y nos instalamos.

Siena y su maravillosa catedral

Aunque en las afueras el cámping está a poca distancia del centro de Siena. En la recepción nos informan de los horarios de autobuses, pero nosotros insistimos en ir andando. Luego entenderemos por qué. La distancia en sí no es mucha, pero sí el desnivel y la necesidad de ir haciendo zig-zag hasta llegar al centro.

Es primera hora de la mañana y la ciudad está casi desierta y  podemos admirar tranquilamente el centro histórico de Siena, que ha permanecido intacto durante siglos y se muestra hoy casi tal y como era en el siglo XIV.

Compramos una entrada combinada para visitar la catedral y los monumentos adyacentes por apenas 10 euros. Y es una de las mayores sorpresas del viaje.

La catedral de Siena es preciosa por dentro y por fuera, una de las más bonitas que hemos visto. Te impresiona al entrar pero luego cuando descubres todos sus detalles y tesoros en columnas, techos, las esculturas de Donatello, Miguel Angel, Bernini, la Biblioteca Piccolomini. Además estamos de suerte porque podemos admirar los impresionantes mosaicos del suelo que sólo se descubren en los meses de junio y julio. También visitamos el museo de la catedral y subimos a la Puerta del cielo, que iba a ser la nueva catedral que nunca se construyó desde la que hay una vistas preciosas.

Siena, vivió su mejor época durante los años de las guerras con la vecina Florencia, cuando competían por ver cuál era la ciudad más bella. De esa competición, nos beneficiamos todos. El declive de la República de Siena comenzó con la epidemia de peste 

Siena tiene una vida de barrio muy auténtica, donde la población se siente antes de sus 17 barrios que de su ciudad. La plaza principal es la famosa Plaza del Campo, en forma de concha, rodeada de elegantes palacios del siglo XIV y donde se celebra la famosa competición de caballos del Palio di Siena.

Comemos pasta sin gluten en un restaurante del centro y regresamos por el camino desnivelado al cámping para descansar un poco

Toscana norte, paradas en Volterra y San Gimignano

Después de descansar de un día sin conducir, volvemos a coger la furgoneta para recorrer la zona norte de la Toscana. En mitad del precioso paisaje toscanoVolterra se erige en lo alto de una colina. Aunque no es una población muy grande, entre sus murallas conserva casi 3.000 años de historia. Su origen se remonta a los etruscos, y tiene también restos romanos como un magnífico teatro. Además, ha mantenido el trazado medieval de sus calles y el legado renacentista.

Después de comer en un zona de pícnic a las afueras de Volterra, seguimos con nuestra siguiente parada.

Entre viñedos, campos de trigo y pueblos antiguos, aparece San Gimignano en el horizonte con sus torres esbeltas como el Manhattan de la Toscana. Ciertamente turístico, pero es que nadie quiere perderse esta joya.  Las plazas, las callejuelas, las fuentes y las 14 torres que se conservan son un paseo precioso. Nos tomamos un helado en la famosa heladería que gana cada año el primer premio de Italia.

Florencia

Madrugón para ir de Siena a Florencia en autobús saliendo desde el cámping. De Florencia, es imposible no volver a emocionarse ante la belleza de su catedral y asombrarse de la riqueza ecléctica de la Plaza de la Signoria con tanto arte desperdigado. Nos decepciona la catedral por dentro, después de hacer una larga cola al sol y visitamos aceleradamente los Uffici, confundidos con el horario de cierre. Paseo final con bocadillo de callos incluido.

Recorrido por el sur de la Toscana

Día reposado visitando pueblos de la Toscana, al sur de Siena. Empezamos por Montepulciano, nos detenemos en Pienza, patrimonio de la Humanidad, una ciudad creada por el Papa Pio II siguiendo el humanismo renacentista con preciosas vistas de la Toscana. Avanzamos hacia San Quirico d’Orcia y acabamos en Montepulcino.

Datos prácticos

Cámping en Siena. Cámping Siena Colleverde Muy recomendable. Limpio, tranquilo, con piscina, muy amables, precios económicos en el bar y cafetería.

Gastos

5 noches en Bungalow. 330

Entradas a los Uffici: 40 euros por persona

Autobús Siena -Florencia (ida y vuelta): 18 euros por persona

Entradas a la catedral de Siena (con entradas al museo y la Puerta del Cielo): 10 euros.



dilluns, 8 de setembre del 2025

Italia en furgoneta. Prólogo. Barcelona – frontera franco-italiana

Estuvimos valorando la posibilidad de llegar a Italia por otras vías, especialmente el ferry pero final era casi 24 horas de barco hasta Roma y con un precio de unos 400 euros sentados en una butaca, así que optamos por llegar por carretera. Son etapas inevitables, bastante perdidas, que intentamos aprovecharlas con alguna parada interesante pero sin invertir demasiado tiempo que nos desvíe de nuestro destino final. Así que salimos de Barcelona un domingo de buena mañana, paramos par llenar el depósito en la Junquera, y luego para comer en un área de servicio atestada de gente. No estábamos muy lejos de Nîmes, y nos desplábamos unos 20 minutos al dejar la autopista así que paramos para dar un paseo después de comer (y que le conductor echara una cabezadita). Dimos un paseo por el lado del anfiteatro que se conserva en tan buen estado, sus callejuelas, la catedral estaba en obras y nos acercamos hasta la Maison Carrée donde unos artistas callejeros representaban Julio César.

Construido en el año 16 a.C por Augusto, es un templo romano que se conserva intacto lleno de columnas. Tenía vívidos recuerdos de haber estado justo allí en junio de 2011 y había unas asambleas instaladas justo al lado de la Maison Carrée, contagios del 15M y  de la primavera árabe.


Volvimos a la carretera y no paramos hasta la frontera bordeando toda la costa azul. Era un paisaje nuevo para mí, precioso, que íbamos dejando atrás y admirábamos a nuestros pies desde la autopista que queda elevada. Cannes, Niza, Mónaco iban despareciendo de los carteles. Empecé a buscar un cámping, pero siendo esa zona tenía todo unos precios desorbitados. Al final encontré un pequeño y sencillo cámping, nada más cruzar la frontera y a 5 minutos de la autopista. La chica del cámping, muy amable, nos esperó porque llegamos a las 19.30, cuando cerraban a las 19h. Eran un cámping agradable, limpio, pequeño con 10 o 12 parcelas que nos costó unos 43 euros con electricidad y agua. Lástima de los mosquitos que nos acribillaron en la cena, era el inicio de una intensa relación del verano.

Cámping A bunda 

Gasolina desde Barcelona: 80 euros.

Peajes. Un montón... perdí la cuenta.


diumenge, 7 de setembre del 2025

18 días en furgoneta por el norte de Italia

Es curioso cómo, a veces, algunas personas sentimos que pertenecemos a un lugar donde no hemos nacido. El Mediterráneo, y más concretamente Italia, despiertan en mi esa sensación. Italia es la patria donde no nací. O tal vez viví en otras vidas. Para una apasionada de la historia, la cultura, la literatura, el arte, la belleza, Italia es una fuente inagotable de admiración.

 

El gran tour en furgoneta

En el siglo XVIII comenzó la tradición cultural conocida como el Gran Tour, según la cual los jóvenes de familias adineradas viajaban a Italia para contemplar la belleza del legado antiguo y así completar su educación y formación como personas. Italia se convirtió en lugar de culto y peregrinación. Como aquellos antiguos viajeros, nosotros hemos realizado un gran tour, pero de 18 días y en furgoneta en julio de 2025.

  •             
  • Etapa prólogo. Frontera franco-italiana, en un cámping junto a la autopista.

  •             Primera etapa: Toscana. Con base en Siena, y visitando Lucca, Pisa, Florencia y algunos pueblecitos de la zona. Alojamiento en un cámping en Siena.
  •             Segunda etapa. Emilia Romagna. Con base en Bologna,  visitando Rávena, Módena y Ferrara. Alojamiento en un hotel en la periferia de Bologna.
  •             Tercera etapa. Veneto. Con base en Padua, visitando Venecia y Vicenza. Alojamiento en una residencia, que es un antiguo hospital.
  •             Cuarta etapa. Dolomitas, con base en un cámping cerca de Trento.
  •             
    Epílogo
    . Viaje de vuelta con etapas en un cámping en Briançon y un hotel en Montpellier.

Cada día era una nueva maravilla, cada día con la boca abierta. Y eso que ya había visitado algunos de los lugares, pero ha sido precioso redescubrirlos. Catedrales, iglesias, plazas, callejuelas, museos, mosaicos, frescos, estatuas, palacios, puentes, ríos, lagos, montañas.

3.600 km sólo en coche, sin contar los quilómetros recorridos en tren y autobús (porque nos hemos movido mucho en transporte público) y andando (cada día hacíamos muchos quilómetros a pie). Trajimos también algún quilo de más, sobre todo de helados de pistacho, pasta, pizza (un paraíso para las intolerantes al gluten como yo!) y capuccinos y expresso machiato.

Uno de los mejores viajes de mi vida.

Coste total del viaje: 1.500 por persona


diumenge, 4 de maig del 2025

Una semana en Francia en furgoneta recorriendo las valles del Dordogne, Lot y Aveyron

Dedicamos los días de semana santa para ir hasta Francia y recorrer con la furgoneta las zonas del Perigord y Occitania. Desplazarse hasta esa zona de Francia requiere de unas 5 o 6 horas de coche desde Barcelona, y supone descubrir un paisaje verde y frondoso, ríos navegables, bosques, castillos, palacios, jardines y unos pueblos encantadores. Llevábamos una lista de pueblos para visitar, pero hay que reconocer que casi no haría falta. En esta zona, puedes perderte y elegir pueblos para visitar aleatoriamente que todos son preciosos, antiguos, tienen las casas con fachadas cuidadas, rincones encantadores. Tal vez la diferencia sean que los que llevan la etiqueta de “los pueblos más bellos de Francia” el aparcamiento de pago es casi ineludible mientras en los otros puedes aparcar gratuitamente.

Además, somos muy fans de viajar por Francia en furgoneta, puesto que los cámpings son muy económicos y están muy bien equipados y también hay muchas opciones para pernoctar con caravanas o campers, con muchos servicios. Lo único que tienen mal solucionado es que no han oído hablar de la comida sin gluten, ni en bares o restaurantes ni en supermercados, así que me llevo siempre mi propio pan y si ceno fuera opto por una creperie bretona con la harina de trigo sarraceno.

Etapa 1 del viaje. Perigord Noir

Salimos de Barcelona a primera hora de la tarde y optamos por ir vía Puigcerdà, pagando el Tunel del Cadí puesto que el trayecto era el mismo en tiempo, pero era más económico y nos ahorrábamos el estrés de tráfico de la AP7 y los atascos del entorno de Narbone. Nos ahorramos eso sí el túnel de Porté Puymmorens, y fuimos por el puerto todo nevado. Paramos para cenar y pernoctar en un aparcamiento en Ax les Termes detrás del casino. Un espacio muy tranquilo con WC gratis e incluidos.

Continuamos al día siguiente hasta Sarlat -la Caneda. Aunque ya había estado en el pasado en esta zona del Perigord, esta ocasión he podido redescubrirla y además he podido conocer muchos lugares nuevos.

Reservamos un cámping fantástico a las afueras de Sarlat la Caneda, que staba andando a 10 minutos del pueblo, y así tomamos esa preciosa ciudad medieval como centro de operaciones.

Sarlat es una ciudad pequeña pero muy turística porque tienen montones de rincones preciosos. Hicimos la visita guiada en castellano que ofrecen en la oficina de turismo que permite conocer el pasado glorioso de esta ciudad que fue víctima de la guerra de los 100 años y las guerras de religión. Cenamos en una crepería bretona en Sarlat.

Seguimos al día siguiente visitando los pueblos del entorno (están a unos 20 minutos de Sarlat), que es como un viaje al pasado con sus calles empedradas, sus paredes de piedra caliza, los tejados de piedra, las flores, las vistas esmeraldas sobre la valle del río Dordogne salpicado de castillos y palacios. Sin duda, son pueblos turísticos, así que hay que pagar los aparcamientos a 3 y 4 euros las 2 horas.

Hicimos un pícnic en un lugar idílico al lado de un río.

📌 La Roche Gageant

📌 Beynac et Calzenac

📌 Domme, hicimos un paseo autoguiado por el pueblo muy recomendable siguiendo el mapa de la oficina de turismo.

📌 Castelnaud, subiendo andando al castillo pero no pagamos la entrada

Cenamos en el cámping antes de que se ponga a llover.


Al día siguiente pasamos una jornada visitando una zona del Perigord noir un poco más alejada de Sarlat, (a unos 50 minutos) y menos turística porque hay menos gente y el aparcamiento es gratis, pero algunos están también en la lista de los pueblos más bonitos de Francia. Como es sábado, coincidimos con día de mercado en algunos sitios empezando por el mismo Sarlat, por donde damos un paseo antes de salir.  

📌 Belvès, que también está de mercado en una enorme plaza fortificada, hicimos un paseo siguiendo el mapa de la oficina de turismo.

📌 Monpazier, una preciosidad de pueblo alrededor de una enorme plaza porticada.

📌 Abadía cisterciense de Saint Avit Senieur, abandonada pero imponente aún, era lugar de peregrinaje del Camino de Santiago.

📌Abadía de Coudrion, también cistercienses con un delicioso claustro.

La zona fue un punto estratégico en "la guerra de los 100 años" de ahí que sean ciudades fortificadas, antiguos castros y haya tantos castillos.

 También es un lugar relevante de hallazgos prehistóricos que es otro tipo de recorrido.

Otra opción es hacer ruta gastronómica o de vinos, pero no es nuestra opción.

Sea como sea el Perigord es una zona deliciosa, interesante.

Pernoctamos:

📍Aparcamiento Ax les termes

📍3 noches en Camping Huttopia de Sarlat. Fabuloso

 Parte 2 del viaje descubriendo la Occitania, a partir de algunos de los pueblos más bellos de Francia siguiendo las valles de Lot, Aveyron y Tarn.

 

📍Rocamadour. Con su monasterio y su virgen negra es un lugar de peregrinaje que recuerda a Montserrat o Mont Saint Michel. O una localización de Juego de Truenos. Coincidimos con la misa de Pascua y con los niños rompiendo la campana de chocolate.

📍Carennac, un pueblo precioso anclado en el tiempo.

📍Lobressac, bonito pueblo con vistas sobre la valle del río Lot.

📍Autoire, otro encanto de pueblo medieval con un paseo a una cascada, que no hicimos.

📍Belcastel, un pueblo de cuento con sus casas de piedra, su puente, su castillo y su rio Aveyron un poco cargardito que nos hizo sufrir al estar pernoctando en cámping en su orilla.


 Seguimos al día siguiente recorriendo el valle del Aveyron para ver los preciosos pueblos medievales de:

📍Najac, superverde y alargado con un castillo al fondo.

📍Saint Antonin Noble Vall, más sencillo pero muy bohemio y artístico con una plaza maravillosa para descansar.

📍Cordes-sur-ciel, también delicioso con una fuerte subida pero más turístico.

Nos desplazamos ya a la valle del Tarn para finalizar nuestro viaje en su capital, Albí, y su imprescindible catedral, la más grande del mundo de ladrillo y su fascinante interior con frescos renacetistas y un fabuloso techo azul. Paseo por sus murallas, puente y callejuelas. Y noche en el aparcamiento de la catedral habilitado para furgonetas y caravanas.

dimarts, 1 d’octubre del 2024

5 días recorriendo Navarra en furgoneta

Escapada de 5 días en el puente de la Mercè (septiembre 2024). Recorremos Navarra en furgoneta durante 5 días concentrándonos en la zona del Baztán pero pasando también a la vuelta por las Bardenas Reales.



Día 1. Barcelona - Baztán

La llegada a Baztán desde Barcelona en un trayecto de 6 horas bajo una lluvia intensa nos deja agotados para montar la furgoneta al llegar al Cámping de Erratzu que posiblemente es el único cámping del valle.

Día 2. Zugarramurdi, Sara, Ainhoa, Espelette, Cascada de Xorroxín

Al día siguiente visita a Zugarramurdi. Hay que reservar con antelación para visitar el Museo de las Brujas y la Cueva. El Museo es interesante, y la otra vez que visité la zona estaba cerrado, pero hay algunas cosas que no se entiende muy bien, son confusas y creo que no le han sacado el partido que tendría. Me llamó la atención que después del informe de Salazar se rebajaron las penas a los acusados y se incrementaron los requisitos para imponer este tipo de condenas. El caso fue tan escandaloso y los nuevos requisitos tan rigurosos, que no se quemó nunca más a nadie por bujería en España, 100 años antes que en el resto de Europa.

Cruzamos la frontera y visitamos Sara, perfectamente prescindible. Y hacemos un pícnic junto al lago Sempere. Nos acercamos a Ainhoa para visitar su precioso cementerio y a Espelette, que me recuerda mucho a Sant Jean de Luz. Regresamos al cámping y hacemos la excursión hasta la cascada del Xorroxín a contrareloj porque el cielo amenaza tormenta y el parte del tiempo nos informa que tenemos 1h30 para ir y volver antes de que caía un aguajero con tormenta.

Día 3.  Elizondo, Ziga, Irureta, Amaiur

Después del diluvio durante la noche, y que nos entrara agua en la furgoneta, nos dirigimos a Elizondo pensando que se va suspender la visita guiada de la trilogía del Baztán, pero de pronto, se abre la mañana y sale el sol. Hacemos la visita de 3 horas que nos gusta mucho. Aunque es la segunda vez que la hago, me gusta igual. Han cambiado algunas cosas en el pueblo como un edificio detrás de la iglesia que le han puesto “Mantecadas Salazar” que antes no existía. 

Es la feria del ganado en Elizondo y como hace sol está todo el mundo en la calle, tomando aperitivo y comiendo en las terrazas. Nos comemos unos talos que son unas totas de maíz con chistorra y queso y paseamos entre las vacas concursantes y yo no puedo dejar de cantar “En un mercedes blanco llegó a la feria del ganado”.  Nos acercamos al mirador del Baztán y visitamos Ziga e Irureta y luego nos dirigimos a Amaiur y subiendo andando al castillo.

Día 4 Señorío de Bertiz, Bardenas Reales

Al día siguiente dejamos el cámping y vamos a hacer una ruta de 3 horas (9km) andado por el Señorío de Bertiz. Nos encontramos muchas personas mayores del pueblo que salen a caminar solas por la mañana, qué lujo tener ese paraíso al lado de casa. Al parecer el dueño lo cedió para que fuera un parque para uso gratuito y sólo se pueden hacer actividades de ocio y montaña, sino… ya habría desaparecido para hacer pisos, casetas.

Es impresionante las casas enormes que hay en esta zona. No me imagino qué puedes hacer con tanto espacio!

Dejamos el valle del Baztán para ir deshaciendo el camino y a mediodía llegamos al Cámping de las Bárdenas Reales, a dónde nos acercamos después de comer. Pero son las 17.05 y cierran la oficina de turismo a las 16.55. Aquello está lleno de visitantes y turistas desconcertados. No hay un mapa de la zona, la cobertura es muy mala así que nos aventuramos sin saber muy bien a dónde vamos. Damos un paseo un coche por el parque de casi dos horas.

Día 5- Tudela- Barcelona

Al día siguiente ya de vuelta a casa paramos en Tudela para buscar los rincones donde pasó una parte de su infancia Pascual. Buscamos su calle, localizamos su edificio, la parroquia a dónde iban sus hermanas al salir de la escuela, el descampado donde casi se ahora que ahora es un centro comercial. Damos un paseo por el centro como la Plaza de los Fueros y la Catedral y regresamos a casa.

 Alojamiento en cámping en Erratzu

Camping Erratzu en el Baztán, rodeado de un entorno natural precioso, al lado del río y de la montaña, justo al inicio de la ruta de la cascada del Xorroxín. Además está a 2 minutos andado del pueblo (aunque el pueblo es pequeño y no tiene muchos servicios). Como llovía por las tardes y ya va oscureciendo pronto pasamos la última hora de la tarde en el bar leyendo y tomando algo. El bar del cámping está muy bien con unas tapas y unos bocadillos generosos, bien de precio, y sin gluten. De hecho, da la sensación que el bar del cámping es el bar más popular de la zona porque aparecen muchos vecinos a tomar algo o cenar, prueba que muestra que es una buena opción.

Los lavabos son correctos, aunque hay que esperar mucho rato para que salga el agua caliente.

Diluvió bastante una noche. A nosotros nos entró agua en la furgoneta, y descubrimos así que teníamos una gotera cuando me encontré la almohada mojada y la cara empapada. Pero nuestros vecinos de la parcela al lado tuvieron peor suerte porque estaban en la tienda de campaña y el suelo se volvió barro que cedió bajo sus pies y la tienda empezó a moverse y deslizarse en medio de la noche.


Decidimos ir a un cámping las tres noches porque como amenazaba lluvia y hacía frío y no podemos cenar dentro de la furgoneta, pensamos que la era la mejor opción para poder estar en un bar al caer la tarde. Sin embargo, en al zona hay muchos sitios donde poder pasar la noche, y al cruzar la frontera con Francia diez minutos más al norte todavía más espacios habilitados para pernoctar caravanas y cámpers. Ya sabemos que en estos temas los franceses lo tienen todo mucho mejor adaptado.

Alojamiento en el Camping de las Bardenas Reales


Es un cámping pequeño, muy justo de servicios. Las parcelas son pequeñas y áridas. Hay pocos lavabos y duchas. Dos duchas de mujeres y dos de hombres. Los lavabos están a la vista en medio del cámping y para lavarte los dientes tienes que hacerlo a la vista de todas las parcelas. Eso sí, el precio me parece excesivo para ser temporada baja (un lunes de finales de septiembre) y tan pocos servicios. El restaurante del cámping se come muy bien de menú, hay muchos coches de gente que viene expresamente al mediodía a comer.