Años llevo queriendo visitar Los Dolomitas, y varias veces este año hemos estado a punto de abortar la misión. Un par de meses antes del viaje, de pronto, descubrimos que todos cámpings en las zonas más imprescindibles están llenos. Las alternativas de hotel, pensión, albergue, apartamento o también estaban llenas o eran un disparate de precio. Dudamos si pensar una alternativa de viaje, pero la idea era hacer un viaje que combinaran ciudades, arte, historia con excursiones y naturaleza. Y haciendo el norte de Italia, era un bombón difícil de desaprovechar. ¿Cuándo íbamos a volver a estar tan cerca en coche y con tantos días por delante?
Además, la zona es tan extensa que nos costó mucho poner
foco para seleccionar la ruta que queríamos hacer. Leíamos blogs, veíamos
vídeos de viajeros en Youtube, amigos y conocidos nos compartían sus rutas,
incluso teníamos una guía entera de Lonely Planet sólo de Dolomitas. Demasiada información
no hacía más que dispersarnos más. Cuando ya logramos centrarnos y escoger
nuestra ruta, o no había cámpings o eran cámpings que no aceptaban reserva. Podemos
pasar varios días sin pernoctar en un cámping en un plan más de paseo, pero no
tenemos ducha en la furgoneta y después de excursiones por la montaña conviene
ducharse antes de meterse en la cama, ¿verdad? Al final decidimos ir a la aventura,
y a ver qué suerte teníamos improvisando.
Al final, nuestra ruta era subir desde Padua hacia la zona
de Cortina d’Ampezzo y allí visitar el Lago Sorapis, la cascada de Fanes y Tre
Cime. Luego desplazarnos hacia 5 Torri, después subir a la Marmolada y acabar viendo
el lago Carezza. En total, 5 o 6 días.
Sin embargo, a veces las cosas cambian.
Cambio de planes y ¡un acierto!
El cámping está en un pueblo que se llama Pietramurata, a 20
minutos del Lago di Garda y a 30 minutos de Trento. Se llama Pietramurata porque
el mismo cámping está a los pies de una montaña de piedra lisa increíble desde
dónde se lanzan en parapente nuestros vecinos de cámping. Es un lugar
encantador, tranquilo, con familias, y jóvenes deportistas pero muy sanos y civilizados,
así que decidimos quedarnos más días y explorar la zona.
La maravilla de Los Dolomita
“La obra arquitectónica más bonita del mundo”, así definió el arquitecto Le Corbusier a Los Dolomitas, la legendaria cadena montañosa de los Alpes orientales, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. 140.000 hectáreas que ofrecen un espectáculo de color y forma majestuosas. Están hechas de una roca llamadas Dolomita, en honor al naturalista francés Déodata de Dolomieu que lo descubrió en el siglo XIX. Antes se llamaban “montañas pálidas” por el color que genera esta roca.
La región de Trentino -Alto Adige ha tenido una importante
influencia austriaca y alemana, estuvo en manos de los Habsburgo desde 1363. Tras
la I Guerra Mundial, se la anexiona Italia completando así su “Reunificación”.
Sin embargo, la población de la zona que lleva cientos de años sintiéndose austriaca
no se siente parte de esa nueva Italia. Las tensiones con la población, que es
mayoritariamente germanoparlante o hablan un dialecto que se llama ladino, son
constantes. En los años 60 y 70 la cuestión
identitaria se intensifica y se producen acciones terroristas. Finalmente, la
región obtiene un estatuto especial de autonomía en 1972 que incluye el
respecto y fomento de la lengua.
Rutas por Los Dolomitas
Lago Toblino. El mismo día que llegamos hacemos una pequeña ruta que empieza en el pueblo de al lado del cámping (Sache) que da la vuelta al lago Toblino con vistas a su romántico castillo que parece situado en medio del agua. Una ruta fácil que tiene una variante para rodear el lago que hay a continuación, el Lago di Santa Massenza. Fácil si no te pierdes al volver y acabas montaña a través.
Por la tarde visitamos San Lorenzo Dorsino, que
supuestamente es uno de los pueblos más bonitos de Italia, pero además de las
impresionantes vistas, el pueblo no nos parece destacable.
Madona di Campiglio. Llueve al levantarnos, dudamos, pero decidimos hacer el camino de 1h en coche hasta un poco más allá de Madona di Campiglio. Deja de llover al llegar a Campo Carlo Magno donde se inicia una ruta que nos lleva ascendiendo a un precioso lago rodeado de altas montañas y carteles que informan de la presencia de osos. El camino de ida lo hacemos solos, el de vuelta nos cruzamos con 15 o 20 personas en un par de horas.
Trento. A la tarde tomamos el autobús que pasa por delante del cámping y en 30 minutos estamos en Trento. Es una ciudad pequeña, bonita, con antiguos palacios de fachadas pintadas, una enorme plaza con un conjunto espectacular: la fuente, la torre cívica, el palacio pretoriano y la catedral donde en 1212 se celebró el famoso concilio que cambió el curso de la historia.
Selva di Val di Gardena. El único día que la previsión meteorológica anuncia buen tiempo lo aprovechamos para hacer una escapada hacia la zona más famosa de Dolomitas. Es 1h30 de coche hasta la zona más cercana. Así que optamos por una excursión que sale de Selva di Val di Gardena. A medida que vamos avanzando por el valle y pasamos Ortisei, Santa Cristina, el tráfico se intensifica. Cuando llegamos al punto de inicio de nuestra ruta en un camino empinado ya no queda aparcamiento. Un poco perdidos, finalmente optamos por aparcar en un párquing en el centro del pueblo y subir al punto de inicio de la ruta en autobús, pero nos equivocamos de autobús y nos pasamos una hora dando vueltas por los pueblos de la zona sin que el conductor nos oriente. Al volver a la parada de inicio ya se ha hecho demasiado tarde, preguntamos en la oficina de turismo por una excursión que empiece en el mismo pueblo y hacemos la Vallunga que recorre andando una valle entre impresionantes montañas. Es un paseo fácil, familiar, agradable. A media que avanza el día hay más gente y los teleféricos se llenan de colas. Regresamos al cámping.
Lago di Molveno. Alargamos un día más nuestra estancia en Dolomitas y hacemos una ruta circular de Andalo al Lago di Molveno que lleva varios años ganando el premio al lago más bonito de Italia. Es también una ruta fácil, familiar, y el lago es una verdadera preciosidad. Como es el último día decidimos despedirnos del país comiendo una pizza. En un pueblo cerca del cámping, donde entramos a tomarnos un café en nuestra primera ruta, hay un restaurante Il giardino delle Spiezie donde tienen pasta y pizzas sin gluten.
Gastos de esta etapa
Cámping Daino en Dolomitas. 83€ tres noches. Aunque luego pagamos
una noche extra.
Peaje Padua – Dolomitas. 10,4
Peaje Trento – Bolzano. 4,8 ida y 4,8 vuelta
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