divendres, 8 de juliol del 2011

El mito de la lista más votada

En los primeros días después de las últimas elecciones a casi todos los políticos se les llenaba la boca de tanto defender la bandera de “gobernará la lista más votada”, como si eso fuera una prueba irrefutable de sus valores democrático y su honestidad política. Sinceramente, me parece que no tienen ningún sentido convertir en sinónimo democracia la idea de que gobierne la lista más votada. Y se está abusando de este concepto y creando confusión entre la población, que están empezando a considerar que lo contrario es negativo. Cuando que no gobierne la lista más votada es legal, es democrático y además me parece ético. E incluso si se produce de vez en cuando, es saludable para un sistema democrático.

Legal: ¿Qué alguien me explique por qué es obligatorio que gobierne la lista más votada? Precisamente el hecho de que no gobierne la lista más votada forma parte de las reglas de juego que se pactaron en el sistema político y democrático español hace muchos años. No tenemos una democracia presidencialista (o directa) como tienen otros países como Francia o Estados Unidos. En estos citados sistemas políticos, se elige directamente al presidente e incluso se realiza una segunda vuelta para que la población elija entre las dos listas más votadas, y la que gana gobierna. Sin matices, sin negociar, sin diálogo. Pero en España, así como en la mayoría de países europeos, hemos elegido tener una democracia parlamentaria donde los ciudadanos eligen a los representantes que finalmente elegirán a quién gobierne. Por lo tanto, en nuestro sistema democrático no gobierna quién gana las elecciones sino quién consigue más votos de los representantes en la cámara correspondiente. Por lo tanto, es legal que gobierne una lista que no ha sido la más votada.

Democrático: si se juntan dos partidos políticos que tiene cada uno por su parte el 30% de los votos, frente a uno que ha obtenido el 40% de los votos, y que sería el partido conocido como “la lista más votada”. Se supone que el gobierno de un país, ciudad, provincia es quién representa a la mayoría del pueblo. Pues ¿quién representa más mayoría el 40% de la lista más votada o el 60% del gobierno formado por las otras dos?

Ético: la democracia se basa en los pactos, en llegar a acuerdos, en negociar. Dos partidos (o tres) que son capaces de llegar a un consenso para gobernar se merecen todo mi respeto democrático. Además a mí me inspira mucha más garantía democrática que en vez de imponer las decisiones por decreto (como las mayorías absolutas), se tengan que dialogar, discutir, analizar, pactar y refrendar por formaciones de diversa orientación política.

Eso no quiere decir que sea mejor ni peor, ni que funcione una opción u otra. Pero que basta ya de reivindicar un derecho que no existe y de censurar una práctica perfectamente ética, legal y democrática.

Y si no nos gusta el sistema electoral o democrático español, pues cambiémoslo. A mí tampoco me gusta que mi voto en Barcelona valga menos que el un ciudadano de Lleida. O que IU con más votos que el PNV tenga muchos menos diputados.

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