Sin
duda, una de las cosas más sorprendentes de Finlandia es descubrir en una sauna
en todos los alojamientos. Ya sean casas, albergues, bungalows de camping. En
un rincón del lugar siempre hay un espacio para instalar una sauna.
Preferiblemente de leña, claro, pero también las hay eléctricas. Las mejores
saunas son las de de “humo” donde los gases y el humo producidos por la
combustión de leña permanecen en el interior durante horas. Se necesita unas
tres o cuatro horas para prepararlas, pero el calor que almacenan duran unas
seis horas.
Casi
todos los finlandeses tienen una sauna en casa, aunque también hay saunas
públicas. De hecho, hay saunas en cafés, restaurantes, en colegios y en las
empresas y oficinas donde jefes y empleados se reúnen para socializar, discutir
y reflexionar. Es más, cuando uno tiene invitados en casa, la mejor muestra de
hospitalidad es invitar a los huéspedes a compartir la sauna con nosotros. Si
esta costumbre ya nos parece extraña a los no finlandeses, todavía lo más
cuando descubrimos que la manera autóctona de ir a la sauna en Finlandia es
desnudos.
Meterse
desnudos en una sauna con la familia política, los amigos o los compañeros de
trabajo o de clase, e incluso con los jefes, se nos antoja imposible en estas
latitudes. De pronto, piensas que son una cultura muy liberal y desinhibida
pero cuando hablas con ellos te das cuenta que no lo son más que nosotros que
hacemos topless en la playa. Es como si las normas de pudor de la vida cotidiana
no se aplicaran cuando uno entra en una sauna. No es ir desnudo, es estar en la
sauna. Igual que en la playa uno tampoco va en ropa interior (o sin ropa
interior) porque es la playa.
Tanto
desnudo en espacio tan cerrado y oscuro no debió parecerle demasiado bien a
ciertas religiones moralistas. Así que cuando el cristianismo se impuso en
Finlandia no tardó en regular el uso de la sauna, que además instaló como
obligatorio los sábados para ir limpios y depurados el domingo a misa.
Así
pues la sauna se trata pues de una actividad que forma parte de la vida
cotidiana de Finlandia y se ha convertido en un símbolo de identidad nacional. Es
un elemento crucial en las vidas de esta población desde hace muchos siglos. En
la sauna se traían los niños al mundo, permanecían las mujeres después de haber
parido, se introducía a los enfermos y a los moribundos. Y es que la sauna era
el lugar más higiénico de los hogares finlandeses. La sauna también era el
lugar donde se secaba el cereal y el lino, se calentaba la malta para la
cerveza o se lavaba la ropa.
En
su origen era una cavidad rodeada de piedras. Luego se convirtió en un edificio
cuadrado de troncos. Más tarde, se añadió la chimenea.
Así
una de las experiencias más placenteras del viaje a Finlandia fue toma una
sauna en las Islas Aland, después de un día de gran actividad física realizando
un trekking y un paseo en kayak por el Báltico. Lo mejor para recuperarse fue
pasar una hora en una sauna flotante de leña sobre el mar. Y cuando la
temperatura y el sudor se hacían insoportables, salir y sumergirse en las
refrescantes aguas del Báltico para reactivar la circulación. O cuando estás al borde de explotar de calor, que alguien te tire un cazo de agua fría por la cabeza.
un amigo que estudiaba en EEUU fue invitado a visitar Finlandia por una compañera de universidad, una rubia enorme y despampanante
ResponEliminami amigo, peso y medida typical peruvian, fue muy feliz cuando su anfitriona le dijo de ir a la sauna... hasta que encontró dentro a los padres de la chica!
al día siguiente tomó un avión y vino a vernos a BCN xD
Pero seguro que guarda un grato recuerdo de la finlandesa!!
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