Decidimos emprender el camino de regreso porque el tiempo amenaza con volver a empeorar, aunque nos da pena dejar el agradable cámping en Dolomitas donde estamos tan cómodos.
Volvemos a tomar la
autopista que recorre el Lago di Garda, pasamos cerca de Bérgamo, seguimos
hasta Milán, dejamos atrás Turín y cruzamos la frontera francesa. En este caso,
hemos decidido hacer el recorrido de vuelta por el interior para no repetir el
mismo camino. El paisaje con los Alpes de fondo es precioso. También dejamos
atrás las autopistas para tomar carreteras de montaña, que pueden ser muy
bonitas hasta que te encuentras detrás de un tráiler que transporta camiones
subiendo un puerto de montaña.
Primera parada. Briançon, ciudad fortificada
Al mediodía llegamos a Briançon, nuestra parada para pernoctar en mitad del camino. Se trata de una pequeña y encantadora ciudad fortificada, construida por Vauban a finales del siglo XVII. Encaramada en lo alto de un piso rocoso con unas vistas espectaculares de los Altos Apeles, en medio de un entorno natural impresionante desde donde se divisa todo el valle y las montañas, rodeada de un sistema de fuertes, se dice que es una ciudad inexpugnable. De hecho, a 1.326 metros de altitud sobre el nivel del mar, es la ciudad más alta de Francia. Además, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Visitamos la ciudad tomando el autobús que parte de la misma
puerta del cámping y nos deja en la última parada en lo alto de la ciudad.
Paseamos por sus murallas y calles empedradas,
que precisamente están de celebración con personas vestidas de época y cantando
canciones antiguas.
El cámping es económico, como acostumbra a pasar en Francia, pero es bastante caótico. No hay demasiado control a la entrada y no hay parcelas asignadas, así que te pones donde quieres, con el riesgo de perder tu plaza al volver. Y como no están señalizadas todo el cámping es un desorden. Los servicios son también muy justitos. Sin embargo, pasamos por una zona comercial a 10 minutos del cámping andando y compramos para la cena. Por la noche está todo tranquilo.
Gastos de esta etapa
Cámping Le 5 vallée en Briançon 42 euros con electricidad.
Gasolina. 70 euros
Peajes. 17 euros, 5 euros, 10,2 euros, 3 euros, 1,5, 7, 4.
Parada 2 Montpellier
Seguimos el trayecto hasta casa y nos cruzamos con un atasco terrible cerca de Nîmes, así que decidimos tomar otro camino. No acabo de entender por qué se forman tantos atascos en Francia. Llegamos a Montpellier y nos alojamos en un hotel cerca del centro donde podemos dejar el coche.
Estuve en Montpellier hace años y tenía muy buen recuerdo,
pero esta segunda visita ha superado la anterior. Hicimos una vista guiada fantástica.
La más roja de las ciudades de Francia, que tiene la mayor
zona peatonal y más carriles bici. Elegante, sofisticada, pero también
alternativa y bohemia, universitaria, con arte callejero cada esquina. Sabía,
alegre, con trampantojos, iglesias convertidas en museos, el peregrinaje de San
Roque y su perro, cuna de Jaime I, con su barrio judío, su barrio de la corona
de Aragón, la catedral fortaleza, una de las universidades más antiguas de
Francia y el jardín botánico más antiguo.
El hotel estaba limpio, en una zona tranquila, a 5 minutos del centro, nos dejaron dejar el coche, aunque la habitación era justa y la puerta del baño de cristal transparente al lado de la cabecera de la cama no era lo más íntimo del mundo.
Había mucha gente en los bares y restaurantes y no encontramos dónde cenar, así que cenamos en el hotel con comida que ya teníamos.
La vuelta fue un poco susto con el precio de los peajes
Gastos de esta etapa
Peajes: 14, 8 + 9,4+ 1,5+9,1+22,3 (este último el de Montpellier
hasta la frontera)
Hotel 87 euros Hotel Du Parc
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