El Cagnon Maligne es el cañón más profundo de Canadá (60m) que muestra las espectaculares formas que esculpe el agua en la roca. Debe su
nombre al duro periplo que le suposo al religioso francés que decidió
remontarlo a lomos de su caballo.
Un poco más adelante se encuentra el Medicine Lake. Los nativos lo llamaron así porque en
invierno el agua del lago desaparece, al drenarse a través de una serie de
canales subterráneos que desembocan en el río Maligne, uno de los sistemas
subterráneos más largos e inaccesibles
del mundo.
Cuando llegamos el humo procedente de los incendios le daba un aspecto
tenebroso y triste.
Aunque el Maligne Lake era bien conocido por las Primeras Naciones
del área, no fue oficialmente descubierto hasta que llegó la topógrafa Mary
Shaffer en 1908 en compañía de su compañera Mary Adams y dos guías. Como guía
sólo tenía un mapa que había dibujado de memoria un indio abisinio que había
visto el lago una única vez en su vida hacía 16 años cuando era
adolescente. Hoy algunos puntos de lago
y las montañas cercanas llevan el nombre de aquel joven abisinio.
Se pueden hacer varias
rutas caminando alrededor del lago, aunque hay que tener cuidado con la
presencia de alces y no mirarlos directamente.
También es muy popular
tomar un barco para llegar hasta la Spirit Island, que cuenta la leyenda que
era donde se encontraban en secreto dos jóvenes amantes de tribus rivales. Cuando
la joven fue descubierta, le prohibieron regresar a la isla. Pero su amante
siguió volviendo toda su vida con la esperanza de encontrarla. Ella nunca
volvió y él murió en la isla donde aún reside su espíritu.
Según algunas versiones de
la mitología de las Primeras Naciones, la isla Spirit debe su nombre a dos
jóvenes amantes de tribus enemistadas que se reunían en secreto en la isla. Sin
embargo, cuando la joven finalmente confesó su romance prohibido a su padre,
uno de los jefes de la tribu, le prohibió regresar jamás a la isla. Con el
corazón roto, su amante continuó volviendo a la Isla Spirit durante toda su
vida, con la esperanza de ver a su bella amante de nuevo. Pero ella nunca
volvió y él, finalmente, murió en la isla, donde su espíritu aún reside.
No se puede acceder a la
isla pero el entorno mágico aún tenía más misterio con la neblina de los
incendios cercanos. El guía del barco nos explicó que los incendios en muchos
casos son provocados porque Canadá tiene tantos km de bosques infranqueables
con árboles centenarios que están muriendo y cayendo impidiendo regenerar la
naturaleza. El terreno de bosques es tan inabarcable
que la única manera de eliminar los árboles muertos o enfermos es provocar incendios controlados. De hecho, es muy habitual ver troncos caídos y escuchar el crujido de los árboles enfermos que se quejan de los achaques de la edad.
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